Esta planta siempreverde, nativa de las Islas Canarias, ha cobrado particular interés en las costas peruanas debido a su resistencia a la salinidad y sequía. Sus hojas son amplias y corrugadas, similares a las de la acelga, alcanzando los 30 centímetros y formando una especie de roseta.
Lo más atractivo de esta planta son sus flores moradas, pequeñas pero cuantiosas, que atraen a aves y mariposas. Del centro parte un tallo alcanzando altitudes más elevadas que las hojas (45cm). En la punta se abren, como racimos, estas flores con textura de papel que permanecen intactas por meses e inclusive aparecen varias veces al año. El color es tan intenso que pueden ser vistas desde largas distancias, creando una mancha morada, lila, blanca o rosada.
El Statice debe plantarse en un suelo con buen drenaje pues sus raíces no deben permanecer húmedas. Asimismo, requieren de sol directo por lo que la floración se desacelera en los meses de invierno. Pueden ser plantadas en macetas pero normalmente se utilizan como bordes, mezcladas con otras especies que tienen características similares. Es una planta de crecimiento mediano por lo que se debe dejar espacio suficiente alrededor para su madurez.
Babilónica 